La accesibilidad en el hogar se refiere a la adaptación de un espacio para que todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, puedan moverse, vivir y realizar actividades cotidianas de manera segura, cómoda y autónoma. Esto incluye modificaciones como rampas, puertas anchas, salvaescaleras y sistemas de automatización.
Las modificaciones dependen de las necesidades individuales, pero algunas de las más comunes incluyen la instalación de rampas, ascensores o salvaescaleras, la ampliación de puertas y pasillos, la eliminación de alfombras y obstáculos, y la colocación de barras de apoyo en baños y pasillos.
Si tú o un miembro de tu hogar tiene dificultades para moverse, subir escaleras o realizar actividades diarias de manera segura, es posible que sea necesario adaptar el hogar. Una evaluación de accesibilidad realizada por expertos puede ayudarte a identificar las áreas que necesitan modificaciones.
Tener un hogar accesible mejora la seguridad, la comodidad y la autonomía de los residentes. Reduce el riesgo de caídas, promueve la independencia y facilita la vida diaria. También puede aumentar el valor de la propiedad y hacerla más atractiva para una mayor variedad de personas.
Existen varias soluciones tecnológicas, como sistemas de automatización del hogar, controles por voz, dispositivos de asistencia como sillas de ruedas automáticas, y sistemas de iluminación y control de temperatura que pueden ser gestionados a través de aplicaciones móviles o comandos de voz para mejorar la comodidad y autonomía.